la incertidumbre evita presentes contando la misma muerte
porque la muerte siempre es la misma
sin importar el cadáver
ni las moscas que revolotean a su alrededor
Entre la predestinación y el azar se
nos perdió un detalle:
ese eslabón de la cadena que nos devuelve a las mismas preguntas:
¿A
quién hablamos cuando nos dirigimos a los demás?
¿Sobre qué, cuando nos referimos a la muerte?
Pamuk, no eres un accidente de la lectura.
Te trajo el colorido del sentir jamás
permisado, Echenique.
El pueblo de dios, una raza bipolar
La muerte no es un futuro seguro
y no
me refiero a la vida tras ella ni a la reencarnación
me refiero a ese gerundio en el pensamiento que bosteza latidos
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