se agota el cuerpo se agota la garganta
Somos hilos ad hiriendo
-y ad herida de-
otros hilos otras lenguas
Somos marionetas aguijadas
en lo ajeno a esa mariposa
que sin anunciación
despliega el vuelo
que sin filosofía
alerta sus antenas
Se agotan los pies se agota el piso
Degustan su plegaria
No el aliento riendo fuego
en equilibrio de la sed
No la palabra suelta
14/9/08
Suscribirse a:
Entradas (Atom)