Mozart en la radio puede ser la lluvia apenas
contra el cristal del parabrisas
cuando la madrugada cóncava
nos ovaciona en la autopista con ráfagas de viento
donde arden, vaporosos, los neones.
Y mientras me duele la orfandad
del exento palacio de violines
miro de pronto tu muslo recostado
sobre la felpa de este asiento de automóvil
(ese muslo forrado por el jean
cuidadosamente ceñido en la entrepierna)
como un trozo de música inocente,
más armónico que el aire entre las cuerdas.
Armando Rojas Guardia
de Patria y otros poemas
17/1/09
16/1/09
Joroba
Has vuelto voz
y dolor
en las preguntas
¿Por qué he de doblarme?
Porque sé
que he de doblarme
¿Por quién
he de doblarme?
Porque sé
que he
de doblarme
Soy tinta rezando fuga papel en negro hincado en rojo
Soy zigzagueo sobre la espalda:
el blanco doblado hasta el negro
el negro doblado hasta el blanco
Joroba tablas
y dolor
en las preguntas
¿Por qué he de doblarme?
Porque sé
que he de doblarme
¿Por quién
he de doblarme?
Porque sé
que he
de doblarme
Soy tinta rezando fuga papel en negro hincado en rojo
Soy zigzagueo sobre la espalda:
el blanco doblado hasta el negro
el negro doblado hasta el blanco
Joroba tablas
8/1/09
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