Junto a la ventana, que trasluce el saludo verde de una brisa difícil
de ignorar, me dejo pervertir por esta mecedora.
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Detrás de muchos siglos de un sol intolerante a la sombra, en algún pantano de la ciudad, se extravió mi nariz. La propuesta es encontrar lo que quede de ella Sea un moco salvaje desvencijado de soledad.
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