19/12/13

El endemoniado

"Vino el mal y calzó perfectamente
en mí
como una perversa lucidez.

Mis ojos vieron cómo se desata
el rencor
en todas las cosas. Todo
se tuerce
como la boca de la gente, o se agesta
o se va de uno. Se van
la cuchara de mi mesa, mi mesa, mi casa,
las calles, la ciudad, mi patria,
y quedo yo solo
cada día, cerca de los cerdos,
abrazado a esta piedra
que no ama.

Por eso lloro y me revuelco ante Ti. Dame
de tu infinito aire de salud.
Cúrame,
pero no totalmente,
déjame un pelo del demonio en la mirada:
el mundo
merece sospecha
siempre."

José Watanabe

No hay comentarios: