ya no esa nota de mordaza
con miedo a
romperse
sabiéndose finita
entrega su
cansancio
a las cuerdas
de una soprano cósmica
Detrás de muchos siglos de un sol intolerante a la sombra, en algún pantano de la ciudad, se extravió mi nariz. La propuesta es encontrar lo que quede de ella Sea un moco salvaje desvencijado de soledad.
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