17/6/08

Sola llega la hora

Emerjo a la escritura desde lo negro. Duele en la cédula amanecida.
Hiere cada hora arrancada en cada trapo quitado.
Porque para mí, escribir es el coraje o la irreverencia de la desnudez.
O en todo caso, esa voz saliendo del alma, y merece los dedos.

En el esfuerzo de dibujar aromas y hedores pasando y quedando, se enciende la sal profanada bajo la piel.
Escribir desde el horizonte parido en un proyecto, es Otro ajeno extraordinario. Hasta ahora me vive nunca.

Y siguen estos garabatos nacidos de aquel silencio apretado de una vida. Ya no se escurren, posesos en los rincones, temiendo el revés y el derecho de sus ganas.

Sola llega la hora de desnudarse palabra que regresa, que
sin entender insiste. Dejando la ciencia a Dios y la soberbia al diablo.
Ambos la arrodillan.

-“Sí, las palabras vuelven… avanzan en círculo, a veces atraviesan el mundo entero, siempre en círculo, y luego se vuelven a encontrar, se tocan y cierran algo…”-

(
S. Márai, El último encuentro)

…..


Sola llega la hora

Puebla aromas y hedores
de un Otro
desnudándola
Lamiéndola llama
silencio
sangre opuesta de soles
Babel en las venas

Sola suda la hora
tres fuegos negando
a un Otro
desnudándola

2 comentarios:

D. dijo...

La verdad eres un sol nocturno...un sol amanecido. Esto de Maraí esta tan genial que elogiarlo demasiado sería reducirlo, porque su grnadesa es inefable. No sé si pedirtelo prestado ahora. Tengo al profesor pendiente en medio de un juicio. Estos tres ultimos escritos TUYOS están espectaculares. Veo que te los estas Viviendo. Besos.

Melba dijo...

Me los estoy viviendo. Ellos me viven llegándote así.

Un abrazo nocturno y otro amanecido