érase una torre
de confort
erecta en un limbo entre barro y azules
hasta que el viento rompe su virginidad de cristal
y obliga las propias alas
un aterrizaje menos cómodo
Pero en democracia interior
Detrás de muchos siglos de un sol intolerante a la sombra, en algún pantano de la ciudad, se extravió mi nariz. La propuesta es encontrar lo que quede de ella Sea un moco salvaje desvencijado de soledad.
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