14/4/14

lo que quería era sólo eso, carajito mío, embriaguez de poeta
más que palabras, música a los ojos, brazos que se extienden en un gesto que escribe, ven.
La comprensión no puede sola con la mirada huraña del padre.

Estamos como en tallas equivocadas, en zapatos que nos descalzan. 
La comprensión no basta a la sed. Ésta necesita agua de inocencia y sabiduría
desde un mismo salto 
donde la montaña y el mar
se tomen de las manos

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