Amar un alma en el cuerpo equivocado Alguien estorba
El cuerpo parece bien dispuesto
hasta que algo lo secuestra
lo desautoriza Es ella torcida y flagelación
No hay fuga posible si te quedas duele si te vas duele
Te acompaña herida en la cicatriz
Detestarla y sacarla a pasear –desmesura- El párroco no consuela
el psiquiatra tampoco Caminan los pies ajenos el fascismo de la luz
Misericordia de la palabra en la palabra
Soledad la gran amiga No se espanta de las teclas
de los versos en los dedos No distingue sensatos de psicópatas
vírgenes de culebras
Y soy más víbora que cédula
Ya no quiero ruedas ya no quiero alas
Estos malditos pies ¿Dónde está el viento que no los mueve?
-¿Has olvidado?
la Tierra de tu raza
no tiene pies
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