30/3/08

Saliva de entraña


No de cielos que escupen en la orilla


Goza sus infiernos

oliendo a voces


Como herida

hondura

en la memoria

o

sal de vida

en el segundo

ora un coro de vientres

ora un fuego de aguas

1 comentario:

edgar vidaurre dijo...

Bueno Melba, que poema. El cielo y el infierno, el sonido y el aroma, la hondura inmensurable y al vida en un segundo, la concurrencia múltiple de lo más íntimo y cerrado que se repite, o la unión del fuego con las aguas... y todo eso encerrado en una gota de saliva... saliva de entraña