Reflejo de agua que se escurre en mis manos
¿Es mi rostro esta imagen
o es la imagen tan sólo
un rostro de muchos?
Cae mi identidad en gotas
Me diluyo
Cobijo en cada uno de mis pliegues la savia del mundo
Bebo del agua
en el salobre golpe de su gusto descubro
la falacia de la percepción
ahora que carezco de cuerpo
y soy puro mar"
Florencio Quintero
del libro Muchedumbre de uno, 2011
19/6/16
11/6/16
del texto anterior
me pregunto si lo que Marcano quere
decir en No man´s land
tiene
que ver con expiar
berreando
el culto a la ¿egolatría?
un vacío al que, como ganado hacia el matadero
estamos putamente condenados
¿Control sobre el alfabeto?
Tal vez viceversa
como sugiere el texto
como sugiere el texto
La identidad
una atrofia a punto de S.O.S.
¿Repetirnos es la historia del destino
o el destino de la Historia?
me vienen palabras como cajón closet tarea...
un montón de vestidos planchados
para re presentar repetir un libreto
anterior a la propia escritura
o el destino de la Historia?
me vienen palabras como cajón closet tarea...
un montón de vestidos planchados
para re presentar repetir un libreto
anterior a la propia escritura
si somos ropajes
pero también
desnudez
cómo salir
cómo tan siquiera,
prescindir de la repetición
pero también
desnudez
cómo salir
cómo tan siquiera,
prescindir de la repetición
No man´s land
Estoy condenado a escribir esto. A
empezarlo, a concluirlo y a recomenzarlo. Presiento que esa es mi
misión. Una tarea impuesta y anodina, una obsesión de otro que
entra en mí como si fuese mía, como si en el fondo y de la manera
más íntima tuviera que ver conmigo.
La escribo, la reescribo y vuelvo a
comenzarla, a sabiendas de que es una labor ardua y fútil, tediosa y
amarga, pero mis dedos y mis pensamientos están esclavizados,
dependen de una orden que los obliga más que a escribir, a
mecanografiar, a poner cada coma de manera idéntica, cada frase,
cada cadena de párrafos.
Es como el infierno; como alguien
lo soñara. Esta misma coletilla: “Estoy condenado a escribir esto.
A empezarlo, a concluirlo y a recomenzarlo. Presiento que esa es mi
misión. Una tarea impuesta y anodina, una obsesión de otro que
entra en mí como si fuese mía...”, la he escrito y rescrito, la
he cifrado tantas veces en contra de mi voluntad, que parece un
castigo.
Lo confieso y me hastía
confesarlo; entonces concluyo,, pongo la palabra “Fin”, y me
sorprendo a mí mismo copiando de nuevo: “Estoy condenado a
escribir esto. A empezarlo, a concluirlo y a recomenzarlo...”.
Entonces termino -pero no termino- en un llanto, en una sucesión de
muecas trágicas e impotentes, porque estoy atado al suceso
involuntario de redactar una y mil veces (pero si fuera una, pero si
fueran mil las veces) el mismo relato, el mismo círculo textual,
fiel y ridículo donde todo comienza con un siempre, con la figura
ilusoria de un ser que escribo ser pero que no soy y no sería nunca.
Me gustaría ser oído. Me gustaría
ser auditado. Obtener mi libertad. Me gustaría tener la certeza de
que no siempre estuve aquí en este ahogo, en esta tierra de nadie;
que mi vida fue algo más que un instante entre una tecla y otra
redactando esto, o que la recorrí en eso que llaman tiempo, y tiempo
pasado, aunque este instante post mortem, que es la eternidad, lo
empleé en cancelar mis culpas en esta suerte de pena corporal,
frente a frente en esta maquina, transcribiendo mecánica y
circularmente esta plana inútil.
Oscar Marcano
2/6/16
Lo confieso: es cansancio.
extraterrestre de mi cuerpo en el
nombre del Padre
Extranjera
No puedo echar la culpa a los demás
En todo caso a mí por seguir
bautizando lo innombrable
Por permitir llamarme madre,
hermana, hija, esposa, abuela...
Por seguir viendo el rostro del prójimo
en todos los rostros
menos en el mío
Lo que siento no se trata de complacer
una elección
entre ir a las tiendas o ir a la playa.
Bastaría un tantito así para dirigir
si me lo propusiera
este encuentro familiar en todos sus detalles
Pero no, no se trata de eso. Los demás no pueden ser más
encantadores.
Se trata
quizás
de seguir negando al estilo Pessoa;
No, no es cansancio...
....
Es un domingo al revés
del sentimiento,
una vacación pasada en el abismo.
No, cansancio no es…
Es que yo esté existiendo
Y también el mundo,
Con todo lo que contiene,
Con todo lo que en él se desdobla
Y que es por fin lo mismo variado en
copias iguales.
No. Cansancio, ¿por qué?
Es una sensación abstracta
De la vida concreta
– algo así como un grito
por dar,
algo así como una angustia
por sufrir,
por sufrir completamente o por
sufrir como…
Sí: o por sufrir como…
Eso mismo: como…
¿Como qué?
Si lo supiera, no habría en mí
este falso cansancio.
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