en la especie más animal de todas hay un gesto que nos repite una y otra vez: echarle la culpa al otro,
responsabilizar lo, al menos, por un capítulo de la historia personal; suplicarle en silencio que nos ayude a cargar
con tanta paradoja: si pecamos, debemos a dios y la condena cotiza a partir del más allá. Si no pecamos, quedamos en deuda con satán. Y el infierno comienza ahí mismo.
24/1/15
13/1/15
vivir
más allá de ser abuela o letra olvidada en el aire
respiro
aun sin saber leer ese alfabeto que soy
curiosidad de ladrón
asomándose a lo suyo como si fuera ajeno
asomándose a lo suyo como si fuera ajeno
un halo que se deje arrastrar fuera de la boca
por un beso libre de ortografías
5/1/15
mi ella
al abrir facebook y observar
felicitaciones de año nuevo
me provoca irrumpir con un alerta
sobre
dejarnos de fuck-fac- frac-cionar por una ilusión cronométrica
pero lo que
realmente me provoca
como de costumbre
es hacer ver que soy
menos ilusa
y pienso
si he pasado una vida negando a mi
zorra
en orden de ser aceptada por un abrazo paternalmente materno
sin
lograrlo
para qué seguir negándome
no necesito lanzar al aire
virtual propósitos de enmienda o de condenación
necesito tan solo
dejarme llevar por mi ella
1/1/15
diciembre 31 2014
hoy sólo quiere hablar ella
la voz de la telaraña
la que dice
tejiéndose
con nadie por enterado
útero y memoria
también
son hilos
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